En las vacaciones de verano de 1985, en un bungalow en la península de San Pedro, San Carlos de Bariloche, "mi padre" hizo unas fotos al vuelo, con su cámara Lubitel 166b, cargada con un rollo de 12 fotogramas de la ya extinta película Ilford FP4 120 125 ASA, usando su viejo flash Velbon profesional. La escena es un "retrato de mi madre" jugando a las cartas con mi abuelo paterno, hoy fallecido. Supongo que dispara más o menos 8 fotos y la guarda en el estuche. Estas son las últimas que saca con esa máquina, ya que nunca más la volvió a usar, ni revelo dicho rollo cargado. A la vuelta de esas vacaciones, la cámara va a parar a un placard húmedo y oscuro en la habitación más húmeda, valga la redundancia, de la casa por "largos 26 años".
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| Mom |
Hasta que un día, ya a finales del 2011, abro la cámara con la intención de usarla y me doy cuenta que esta cargada, y que bajo el papel protector del rollo, hay celuloide expuesto. Lo revelo tomando los mayores recaudos posibles y sólo puedo rescatar un fotograma de los 12 totales, que es justamente el "retrato de mi madre" jugando a las cartas (mejor dicho, perdiendo en dicho juego!). Mi abuelo ha desaparecido por completo de la foto, él tendría que estar en el centro y al fondo de la imagen, sobre lo que ahora se ve negro.
El negativo lo amplié con una Meopta Opemus 5 de mi novia Paula. Tanto los químicos como el papel usado , Ilford satinado multigrado, en el positivado eran vencidos y para obtener la imagen digital posteriormente escaneé la copia impresa a 600 dpi.
El mejor momento del proceso fue ver la cara de "mi madre" en el negativo luego de destapar el tambor. Sentí que revivía el pasado gracias a la magia de la fotografía.
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